Llámame
Llámame,
dijiste,
quémame
con esa lengua
de sabor a tabaco
¿Llamarte?
Encender
esa voz
que nunca se apaga.
Dudas
que permanecen
en la atmósfera.
Suben
bajan
lengüeteando
las paredes.
Ese sabor amargo
a cemento
áspero y seco
te corta
cuando te estrellas
y quedas
estupefacto.
Llama
me.
Las llamas
crecen
ardiendo en la noche.
Chispeantes.
rojos
amarillos
llámame
quémame
y veremos
suspiros
se evaporan
en la ducha de agua ardiendo
sorbos de aire
atragantados
juntándose
con nuestros cuerpos
que se estrellan
y rebotan
empapados
de angustia
llama me
dijiste
lla mamé
pensé.